Fundamentación básica de la educación para la paz
La otra tendencia gira
sobre la idea de que cambiando las estructuras políticas, económicas y sociales
es suficiente para que haya paz. Por tanto es fundamental generar una conciencia social y un cambio en los valores para que se pueda incidir en la
erradicación de los factores estructurales y coyunturales que general la
violencia y así construir una cultura de la paz. De todas formas, es evidente
que si se consigue cambiar las estructuras a formas democráticas y equitativas
socialmente ya habremos dado pasos importantes hacia la cultura de la paz.
Un ámbito de intervención
fundamental, para generar conciencia social, es la educación, aunque no es el
único. Algunos de los principios de la educación para la paz son:
- Educar para la paz supone enseñar y aprender a resolver los conflictos. El conflicto está presente de forma permanente en nuestra sociedad como manifestación de la diversidad de intereses y cosmovisiones.
- Educar
para la paz es una forma particular de educar en valores. Educar
conscientemente para la paz supone ayudar a construir unos valores y
actitudes determinados tales como la justicia, libertad, cooperación,
respeto, solidaridad, la actitud crítica, el compromiso, la autonomía, el
dialogo, la participación. Al mismo tiempo se cuestionan los valores que
son contrarios a la paz como la discriminación, la intolerancia, la
violencia, el etnocentrismo, la indiferencia, el conformismo.
- Educar
para la paz es una educación desde y para la acción. No se trata de educar
para inhibir la iniciativa y el interés sino para encauzar la actividad y
el espíritu combativo hacia la consecución de resultados útiles a la
sociedad. Se trata de participar en la construcción de la paz.
- Educar
para la paz es un proceso permanente y por tanto esto se ha de recoger en
los proyectos educativos.
- Educar
para la paz supone recuperar la idea de paz positiva.
- Educar
para la paz desde el currículum escolar implica darle una dimensión
transversal de forma que afecte a todos los contenidos de todas las áreas
o disciplinas que se estudian pero también a la metodología y organización
del centro. Esta habrá de establecer los mecanismos que la favorezcan.
- Finalmente
podemos decir que metodológicamente se debería intervenir desde los
diferentes ámbitos de influencia para :
- Proporcionar
situaciones que favorezcan la autoestima como base importante de las relaciones
personales y sociales.
- Proporcionar
situaciones que favorezcan la comunicación y convivencia con el interior
y el exterior de los contextos.
- Participar
en celebraciones y actos relacionados con la paz y solidaridad.
- Crear
climas democráticos en las aulas, centros y otros contextos de relación.
- Fomentar
la reflexión, el intercambio de opiniones y la argumentación como
defensa.
- Fomentar
la comprensión de los puntos de vista de los compañeros
- Consensuar
y difundir las normas de convivencia.
- Fomentar
el trabajo en grupo y los proyectos colectivos.
- Utilizar técnicas de reflexión y desarrollo moral: debates sobre experiencias, clarificación de valores, discusión de dilemas, resolución de conflictos, dramatizaciones, juegos de simulación, etc...
Prospectiva de la educación para la paz desde la transversalidad en la enseñanza
El proceso educativo en sí mismo tiene grandes retos, motivo
por el cual la transversalidad se plantea como una estrategia de diseño
curricular que debe alcanzar uno de los mayores retos de la Educación: la
formación integral del alumno, partiendo de esta idea los ejes transversales
deben ser considerados como claves de la misma. Por lo tanto, la Educación para
la paz es una de esas claves de la formación integral del alumno.
La formación integral es la adquisición de hábitos,
destrezas y técnicas de actuación que le permite al individuo desarrollar su
vida como una persona integrada en sus facultades y posibilidades, y con los
demás en sociedad; dueña de sí misma, abierta tanto a fines que ella misma se
propone, como a fines sociales (compartidos según un bien común) y
trascendentales.
Un paradigma que muchos docentes tienen sobre el tratamiento
del Eje Transversal de Educación para la paz indica que éste es fácil de
trabajar solo en asignaturas del Área de Ciencias Sociales y Humanidades y no
se puede trabajar en las asignaturas de corte exacto como Física y Matemáticas.
Practicar la paz en la educación
Empezaríamos por señalar que consideramos que el punto
fundamental para trabajar con este Eje transversal es el afrontar el proceso de
Enseñanza aprendizaje en paz, es decir, aplicando los principios de la
Educación para la paz: la cooperación, el diálogo, el manejo creativo del conflicto,
la solución de problemas, la afirmación y el establecimiento de límites
democráticos. Estos principios pueden lograr dentro de cualquier salón de
clases una comunidad de cuidado que enseñe a los alumnos a valorar los
principios democráticos, los cuales incluyen el respeto de los derechos de toda
la gente, y no solamente eso, sino preparar a los alumnos a demostrar con mayor
facilidad la atención y amor. Por lo tanto esa Educación en paz la puede
vivenciar cualquier maestro o maestra de cualquier asignatura y en cualquier
nivel educativo, en este sentido se debería trabajar en: enseñar y aprender a
convivir y a cooperar en el aula partiendo del reconocimiento del “otro”
poniendo énfasis en el aprendizaje colaborativo, porque esto favorece la
creación de espacios democráticos y de relaciones más justas.
El papel de la educación para la paz como responsabilidad social de las instituciones de educación superior
La Educación Superior es estratégica para toda la educación y la base para la investigación, la innovación y la creatividad. Nunca en la historia de la humanidad el bienestar de naciones dependió de una manera tan directa de la calidad de sus sistemas educativos e Instituciones de Educación Superior – IES-.La Educación Superior juega un rol importante
en la construcción de nación. La Educación Superior es un bien público, y como
tal, debe ser un tema de responsabilidad de todos los gobiernos.
La crisis económica actual puede ensanchar la
brecha del acceso y de la calidad de la educación entre los países en vías de
desarrollo y los desarrollados, presentando desafíos adicionales a los países
donde está ya restricto el acceso.
La Educación Superior en su responsabilidad
social debe avanzar en la comprensión en la complejidad de los desafíos
globales actuales y futuros, y en ayudar a mejorar el entendimiento acerca de
los asuntos multifacéticos en las dimensiones sociales, económicas, científicas
y culturales, y en la capacidad para responder a ellas. Para hacerlo, las IES deben aumentar su foco interdisciplinario y promover investigación en temas
como el desarrollo sostenible, paz, bienestar y desarrollo, y la realización de
derechos humanos, incluyendo la equidad de género.
La Educación Superior debe potenciar la
formación de los profesores, tanto en su formación inicial como continua, con
unos currículos que les proporcionen los conocimientos y habilidades necesarios
para el siglo XXI; esto implicará adoptar nuevos enfoques, como la educación
abierta y a distancia y el uso de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación. A este objetivo también contribuirá una buena preparación para
los responsables de la planificación de la educación y una investigación que sirva para mejorar los
actuales enfoques pedagógicos.
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